Los Descendientes.
Esta es la historia divertida y conmovedora de un hombre de
mediana edad desconcertado cuya mujer está en coma, al borde de la muerte tras
un accidente, y al que sus dos hijas, una de diez años y otra de diecisiete, se
le rebelan y lo desafían.
Alexander Payne en “Los Descendientes” captura el desorden
impredecible, el azar de la vida con elocuencia y gracia poco común. Su protagonista,
George Cloney, realiza una soberbia y emocionante interpretación en este relato
tragicómico sobre los sentimientos encontrados que confluyen ante un lecho de
muerte, mientras los personajes, a la deriva, que una vez fueron familia intentan
agruparse, desesperadamente.
En su puesta en escena se mezcla la naturalidad casi de
documental con alguna imagen de impacto. Guion siempre afilado entre el drama y
el humor. Entre la comedia negra y el drama.
Emociona porque nos enseña nuestra desnuda condición de
seres desnudos. Y eso emociona tanto como una película perfecta.
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